El Pescador tiene su encanto, pero, ¡vaya decepción! El agua de la ducha era tibia, no caliente como merezco, además la limpieza dejó mucho que desear. Con toda la pandemia, esperaba un detalle, una atención especial, pero tuve que conformarme con lo sencillo. Casi escribo un buen comentario, pero no pude, ¡es imposible!

La atención del dueño fue excepcional, siempre disponible para ayudar. Aprecié tener un supermercado cercano y la variedad de restaurantes a solo un paso. Sin embargo, las paredes finas hicieron que se escuchara un poco a los vecinos.

La amabilidad de la gerencia fue notable, siempre

estuvieron atentos a nuestras necesidades y nos recomendaron excelentes lugares para comer y visitar. El hotel está muy limpio y la ubicación es genial, muy céntrico. Sin embargo, las paredes son un poco delgadas y se oyen a los vecinos.

la limpieza impecable y el aire acondicionado silencioso

cama cómoda, ubicación céntrica

paredes delgadas

La atención de Baltasar es excepcional. siempre estaba dispuesto a ayudarnos con recomendaciones útiles.

El cuarto de baño era bastante pequeño y el agua de la ducha nunca llegó a estar realmente caliente, lo cual fue incómodo.

a. Cama cómoda
b. Excelente amabilidad
c. Aire acondicionado eficiente

a. Ducha pequeña
b. Paredes delgadas

Durante mi estancia, disfruté de la amabilidad del personal, que me recomendó lugares para comer. La ubicación es buena, cercana a la playa. Es un sitio ideal para descansar después de un día explorando. Un buen detalle fue tener una nevera en la habitación, que fue útil para mis snacks. Una experiencia que recordare por la cercanía a la naturaleza.

La ducha era pequeña y el agua no salió caliente. La cama era dura y en ocasiones se oía a los vecinos.

la limpieza del lugar es espectacular pero puede que se oiga a los vecinos.

La amabilidad de Baltasar es increíble, siempre te ayuda con recomendaciones. La ducha era pequeña y el agua salió tibia. La ubicación es excelente, cerca de la playa y restaurantes.

Pasé una noche en El Pescador y, aunque el hotel tiene su encanto, hay aspectos a mejorar. La habitación estaba limpia y tenía un aire acondicionado que funcionaba bien, algo que realmente se agradece. La gestión del dueño, Baltasar, es excelente. te hace sentir como en casa y está siempre dispuesto a dar buenas recomendaciones. Sin embargo, el hotel no tiene ascensor, lo que puede ser un inconveniente si tienes que cargar con maletas. La ducha de la habitación era bastante pequeña, y la cama, aunque limpia, era un poco dura, lo que dificultó un poco el descanso. Aún así, el ambiente familiar y cercano del lugar compensó estas incomodidades. La pizzería cercana es un gran hallazgo que disfrutamos mucho. En resumen, tiene puntos muy buenos, pero algunas áreas necesitan atención urgente.

El hotel está súper limpio, con un aire acondicionado que salva vidas en este calor. Además, la cama era cómoda y la amabilidad de Baltasar me hizo sentir como en casa, ¡gracias por las recomendaciones!

Pero, claro, las paredes son tan finas que imaginé estar en una comedia de enredos con los vecinos.

Buena conexión Wi-Fi y la amabilidad de Baltasar son un gran plus. La ducha pequeña fue un inconveniente.

El servicio del propietario fue inmejorable, siempre disponible y amable. Disfruté de la proximidad a tiendas y restaurantes. a solo un minuto a pie, encontré un supermercado práctico y varias opciones para comidas rápidas y deliciosas.

Sería útil tener más opciones de desayuno.

La pizzería cercana es un gran hallazgo, perfecta para satisfacer antojos. Además, la experiencia de no tener ascensor se convirtió en una curiosidad, ya que el segundo piso me dio una buena vista del entorno.

La ducha es ridículamente pequeña, imposible de usar cómodamente. El WC estaba sucio y el mobiliario es viejo, lo que da una sensación de abandono. La cama está tan dura que parece una tabla, y en dos noches no ofrecieron cambiar las toallas a menos que pagues por ello. Sin TV ni aire acondicionado, y la sensación general es de que este lugar necesita una reforma urgente.